RESIDENCIA DE ESTUDIANTES VS PISO COMPARTIDO, LLEGA EL MOMENTO DE ELEGIR



Llega septiembre y con él el esperado momento de irse de casa. Empieza una nueva etapa universitaria y muchos estudiantes necesitan buscar dónde vivir el próximo curso.
Una de las opciones más acertadas tratándose de la primera vez que salimos del hogar y siendo en la mayoría de los casos una ciudad nueva, es optar por buscar alojamiento en una Residencia de Estudiantes.
La mayoría de éstas ofrecen servicios completos para que el residente no tenga preocupación alguna en su día a día y cuente con una organización cuidada y un amplio espacio de tiempo para dedicar al estudio.
Muchos estudiantes entran en este momento en la duda de si elegir piso compartido o inclinarse por una residencia de estudiantes. En mi caso particular siempre lo tuve claro cuando me fui a la universidad: residencia de estudiantes para los primeros años y piso compartido para los últimos años.
Entre las ventajas que encontré para hacer esta elección la primera y básica fue la posibilidad de conocer gente desde el primer minuto que estás allí. Aunque este hecho parece una obviedad si eres universitario y estudias fuera de casa, lo cierto es que se puede tornar más complicado de lo que parece si el piso al que llegas es compartido con gente de cursos superiores, con círculos de amigos propios y en muchos casos con pareja medio estable. En el caso de elegir una Residencia de Estudiantes te garantizas que siempre habrá compañeros de primer año y que la mayoría van a tener una edad parecida y circunstancias similares.
Otro detalle para elegir una Residencia de Estudiantes como opción de alojamiento universitario fue el trato directo con personas que viven en un entorno similar al que te vas a encontrar cuando llegues y que pueden servirte de gran ayuda durante los primeros meses. Dentro de esto se encuentra desde hacer una matrícula en la universidad, encontrar un aula o una academia, hasta conocer el bar más famoso o acudir al médico o farmacia más conveniente, y en ello entran no sólo los compañeros de la Residencia de Estudiantes sino el personal que gestiona la misma.
Pero sin duda, un aspecto de suma importancia que me convenció a la hora de elegir una Residencia de Estudiantes como alojamiento para los primeros cursos fue la garantía de que las cosas siempre estarían en su sitio, independientemente de lo desastre que fueran mis compañeros. Cuando sales de casa no sabes con quién te tocará compartir el baño, la cocina o el rato de televisión que eches en el sofá, por ello es imprescindible que las personas con las que convives sean un poco responsables o que por lo menos haya alguien que vele porque las zonas comunes estén practicables.
Durante el día a día de convivencia es difícil saber en qué momento tu actitud puede dificultar la comodidad de el de al lado o viceversa, por ello, otra ventaja de las Residencias de Estudiantes es contar con unas normas de convivencia que te ahorren posibles situaciones que superan el sentido común.
Algunos creen que vivir en una Residencia de Estudiantes coarta la libertad de sus residentes, y puede ser que ello ocurra. Para evitar este tipo de situaciones es importante elegir una Residencia que no sea muy restrictiva en cuestiones de horarios y visitas.
Por último, algo que preocupaba a mi madre y a mí: cómo sería la comida. Eso es una lotería, nunca sabes cómo de bien o de mal vas a comer en un sitio cuando te pones en sus manos por primera vez, por eso una vez que pasaron los años y decidimos poner en marcha el proyecto ese & uve alojamientos como Residencia de Estudiantes en Almería para universitarios, tuvimos claro una cosa: nuestros residentes debían comer como en casa.
Espero que os haya servido de utilidad.